El trabajo con animales implica una serie de riesgos para las personas que los manejan. Por ello, la prevención de riesgos laborales en explotaciones ganaderas es muy importante para prevenir y eliminar cualquier peligro. Las empresas son las responsables de velar por la seguridad de sus trabajados y de establecer un plan de prevención donde se tengan en cuenta todos los puntos de riesgo existentes en la explotación.
Por su parte, los trabajadores deben acatar las recomendaciones que establece el plan de prevención de riesgos laborales en explotaciones ganaderas. Tienen que extremar las precauciones cuando estén en contacto con los animales y mantener los espacios limpios y seguros. Además, hacer uso de los Equipos de Protección Individual (EPI) como un complemento de su actividad ayudará a evitar accidentes y lesiones.
Los riesgos laborales en explotaciones ganaderas pueden clasificarse en relación a la actividad y los espacios donde se lleva a cabo.
Riegos derivados del manejo de los animales
Los riesgos relacionados al manejo del ganado son más o menos graves en función de la especie de animal con la que se trabaja. Aunque existen medidas de prevención de riesgos en explotaciones ganaderas específicas para cada ganado. Por ejemplo, el ganado vacuno, equino y porcino es más agresivo que el resto. Aún así, podemos definir unas normas generales para todas las especies:
- Utilizar EPIs adecuados.
- Tener en cuenta la situación del animal: si está en celo, embarazada, herido…
- Trasladar a los animales en posición lateral con respecto al resto del ganado de la zona.
- Conocer el comportamiento del animal y la especie que manejamos para reconocer señales de miedo, estrés o tensión.
- Intentar mover a los animales siempre con ayuda de maquinaria específica, y no de manera manual.
- Contener o sujetar correctamente al animal en las situaciones que lo requieran para no dificultar el trabajo.
- Cuando manejamos grupos en espacios abiertos tenemos que avisar de nuestra llegada hablándole a los animales. También tendremos que acercarnos a ellos en diagonal y frontal.
Prevención de riesgos relacionados con las propias explotaciones ganaderas
Las instalaciones ganaderas y su entorno tienen un alto grado de riesgo para las personas que en ella trabajan. Estos riesgos pueden derivar de:
- El suelo. Suelen ser muy resbaladizos y pueden dar lugar a caídas.
- Muchas de las instalaciones ganaderas son antiguas y no están bien diseñadas para facilitar el trabajo al personal. Es necesario señalizar las zonas de peligro y darles una solución a la mayor brevedad posible.
- Las actividades ganaderas que se realizan al aire libre empeoran las condiciones de trabajo y salud de las personas por las condiciones meteorológicas (viento, frío, lluvia, nieve, calor…). En zonas con veranos muy calurosos hay que extremar las precauciones para evitar el estrés térmico. Esta alteración se produce cuando nuestro cuerpo genera y recibe mucho calor y no es capaz de expulsarlo, dando lugar a episodios de deshidratación, quemaduras, golpes de calor, etc. Para prevenirlo debemos evitar trabajar en las horas más calurosas del día, beber mucha agua, protegerse del sol y mantener una buena alimentación sin excesos.
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