La Política Agrícola Común (PAC) nació en 1962 como una política de asociación entre la sociedad Europea y los agricultores. Constituye un “contrato de confianza entre los ciudadanos europeos y su agricultura” a través de unas normativas orientadas a mejorar la productividad agrícola y garantizar a los agricultores una vida razonable. De esta forma se crea el compromiso con los consumidores de que dispondrán de un suministro estable de alimentos a precios asequibles. Y por otro lado, con los agricultores de que mejorarán las condiciones de la empresa agraria. Pero realmente, ¿que supone la PAC para la empresa agraria de nuestro país?.
Objetivos de la PAC para favorecer la empresa agraria
La PAC se crea ante una serie de retos que se le presentan a los agricultores y a nuestra sociedad. Todas las políticas y acciones que lleva a cabo la PAC desde su creación están relacionadas con estos retos y con los nuevos que va apareciendo con el paso de los años:
- Reto alimentario y de calidad de los alimentos.
- Los recursos naturales son un reto para la empresa agraria porque tienen que ser utilizados con respeto y responsabilidad para las generaciones futuras.
- Por último, el reto territorial unido a la exigencia de preservar la continuidad de una agricultura de calidad. Cuidar la empresa agraria y sus agricultores es vital para el desarrollo de Europa.
Soluciones ante estos retos
Para encontrar soluciones a estos obstáculos, la Unión Europea ve necesarias la publicación periódica de ayudas a la renta más específicas, orientadas a los agricultores en activo y a las particularidades de cada tipo de cultivo y de empresa agraria. Estas medidas ayudarán a ir superando el primer reto que comentábamos.
Llevar a cabo una actividad agraria sostenible con el medio ambiente es otra de las necesidades que se plantean con estos retos. Para ello, la PAC subvenciona ayudas económicas para incentivar a los agricultores a adoptar unas prácticas agrícolas más ecológicas. De esta manera promueven el paso, lento, de una agricultura convencional a ecológica, mucho más sostenible y respetuosa con nuestro planeta.
La empresa agraria también necesita instrumentos al servicio de la competitividad económica. Necesitamos tener unas buenas redes de seguridad capaces de reaccionar a tiempo ante las incesantes crisis que afectan a la agricultura y ganadería de Europa.
Por último, la población agraria está cada vez más envejecida y no tiene un relevo generacional necesario que sea capaz de trabajar todos los campos de nuestro país. Esto se debe a la escasa incorporación de jóvenes agricultores que continúen trabajando las tierras de los que se jubilan. Por este motivo, por parte de la Unión Europea existe una voluntad de renovar la vida rural incrementando los medios destinados a ayudar a los jóvenes a instalarse. Invirtiendo en ayudas para la modernización de las infraestructuras y para la creación de nuevas empresas agrarias, la PAC intenta rebajar este gran problema que amenaza con dejar abandonados los cultivos del país. Para poder ser beneficiario de las ayudas europeas para la creación de empresas agrarias y jóvenes agricultores es necesario estar en posesión del curso de Incorporación a la Empresa Agraria.
El futuro de la agricultura y la ganadería
La Política Agrícola Común y la Comisión Europea llevan a cabo medidas periódicas para hacer frente a los problemas rurales. Actualmente nos encontramos en el período del Programa de Desarrollo Rural 2014- 2020. Este programa se actualiza cada seis años y crea con unos objetivos a corto plazo para ir avanzando en la superación de los retos que comentamos anteriormente. Los próximos años serán muy importantes para sentar las bases de una agricultura fuerte. Una agricultura capaz de hacerle frente al cambio climático y a la competencia internacional. Al mismo tiempo que responde a las expectativas de la sociedad y a las necesidades de nuestro planeta.
Incorporación a la Empresa Agraria
febrero 06,2013 / 0 ComentariosEl objetivo del curso de Incorporación a la Empresa Agraria es facilitar que aquellas personas que se van a dedicar o ya trabajan en la agricultura, ganadería o empresas del sector, alcancen la formación profesional necesaria para afrontar su actividad con las garantías necesarias. Esta formación le permite certificar los requisitos de capacitación y competencias que le son exigibles por la normativa de su Comunidad Autónoma, y poder...