La agricultura tradicional siempre ha utilizado pesticidas y productos fitosanitarios para el control de plagas. Con un uso adecuado de estos químicos conseguimos evitar que especies invasoras ataquen nuestros cultivos y afecten a nuestra producción. Para la aplicación y la realización de tratamientos fitosanitarios existen una gran variedad de equipos y métodos. En los últimos años, muchas empresas y agricultores han descubierto una alternativa más rápida y eficaz con los drones para el control de plagas.
Los equipos que realizan tratamientos terrestres, ya sea con pulverización, espolvoreado o emisión de gases, resultan muy pesados y lentos. En muchos casos, como ocurre con los tratamientos gaseosos, la aplicación además conlleva muchos riesgos para la persona aplicadora y para el entorno. Por estos motivos, los drones son una gran alternativa para el control de plagas, ya que minimizan los tiempos de actuación, el riesgo sobre la persona que realiza el tratamiento es casi inexistente y reduce en cantidad el uso del producto utilizado.
Ventajas del uso drones para el control de plagas
La aplicación aérea de productos fitosanitarios supone un gran avance para la agricultura y ayuda a superar los obstáculos que encontramos con los tratamientos terrestres. El control de plagas con drones aporta mayor efectividad a la tarea, logra cubrir grandes extensiones de cultivos en menos tiempo y utiliza menos cantidad de producto fitosanitarios, lo que reduce el riesgo toxicológico sobre los operarios y el entorno del campo de cultivo. Gracias a los drones fitosanitarios conseguiremos llevar a cabo una agricultura más sostenible y una producción más eficiente.
Entre las ventajas que aportan para la agricultura y su control los drones podemos destacar:
- Aumento de la precisión de la pulverización y ahorro en los costes de pesticidas. Durante la aplicación de fitosanitarios con drones no se producen apenas pérdidas del producto. La tarea se realiza a escasa altura, cerca de los cultivos y guiada por GPS. De esta manera se evita la sobre exposición al producto de ciertas zonas de la explotación.
- Acceso a zonas con complicaciones en el terreno donde realizar la tarea de forma manual sería muy costosa. Los drones permiten llevar a cabo el control de plagas en explotaciones donde la utilización de maquinaria terrestre sería un peligro, tanto por las irregularidades del terreno como por la situación de los cultivos.
- El piloto aplicador que realice el tratamiento fitosanitario no estará en contacto directo con las sustancias tóxicas. La pulverización se realiza de forma remota a una distancia considerable del operador y se dirige a través del control de mando. Sólo tendrá que manipular el pesticida para llenar el depósito del drone, que deberá realizar haciendo uso del EPI adecuado.
Como podemos comprobar, el uso de drones para el control de plagas conlleva mayores ventajas tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Requisitos para el uso de drones en tratamientos fitosanitarios
Para cualquier manipulación o uso de productos fitosanitarios, la Directiva 2009/128/CE exige que el personal operador esté debidamente formado y conozca los peligros relacionados con ellos. En el caso del aplicador de tratamientos terrestres, el trabajador tendrá que estar en posesión de un carnet de aplicador de productos fitosanitarios básico, avanzado o nivel fumigador, dependiendo del tipo de tarea que realice. Por su parte, para los tratamientos fitosanitarios aéreos, el piloto de drones tendrá que estar, además de capacitado y habilitado por AESA, en posesión del carnet de Aplicador Fitosanitario Aéreo.
Obligaciones del Piloto aplicador fitosanitario con drones
La persona que lleve a cabo la aplicación de fitosanitarios pilotando el drone deberá tener:
- La licencia o certificación de Piloto profesional de drones acreditada por AESA. Esta titulación es obligatoria para pilotar drones con fines profesionales y comerciales. Puedes obtenerla realizando un curso de piloto de drones reconocido por AESA. Esta formación teórico- práctica tiene una duración de 60 horas y es obligatorio para la utilización civil profesional de RPAS.
- Habilitación práctica de un drone agrario. Los drones especializados para el control de plagas están entre los 15 kg y los 25 kg de masa máxima al despegue. Por lo tanto, y según la normativa actual, el piloto deberá realizar la habilitación práctica de 15 kg a 25 kg con un drone tipo DJI Agras.
- Estará dada de alta como Operador en AESA. El propio piloto aplicador (si trabaja de manera autónoma) o la empresa para la que trabaja tendrá que estar habilitado por AESA como Operador para realizar trabajos aéreos.
- Estará en posesión del carné de Piloto Aplicador. Como comentábamos anteriormente, toda persona que trabaje o esté en contacto con productos fitosanitarios tiene que haber recibido una formación y tener el nivel de carné específico para su trabajo. La formación para obtener la capacitación de Piloto Aplicador tiene una duración de 90 horas y se realiza con un drone fitosanitario, tipo DJI Agras MG 1.
Si estás interesado en certificarte para poder realizar el control de plagas de tus cultivos con drones, o dedicarte a ello profesionalmente, te recomendamos los cursos de drones de nuestros compañeros de Iberfdrone. Encontrarás una formación de calidad de la mano de los mejores profesionales y, ademas, ¡con grandes descuentos!